EL PUNTO DE PARTIDA PARA LA TRANSFORMACIÓN

En tiempos de políticos populistas e impopulares, exitosos y redes sociales movilizadas por influenciadores cabe preguntarse si atravesamos una crisis de liderazgo, quiénes son realmente los líderes y cómo identificarlos.

Por María Camila López R.

A comienzos de la década de 1930, Estados Unidos afrontaba una de las peores crisis en la historia económica. La Gran Depresión había dejado empresas cerradas, desempleo y desesperanza, precisamente, en 1933 Franklin Delano Roosevelt llegó a la presidencia y en los primeros meses de gobierno tomó medidas para generar empleo, recuperar la industria y atacar los problemas sociales. sí nició lo que se conoce como el New Deal, un plan que no solo ayudó al país sino que convirtió a Roosevelt en ejemplo y evidenció que no son los tiempos de calma los que forjan a los grandes líderes, que en las crisis se sabe quiénes son capaces de generar esperanza e inspirar a otros, como lo hizo Roosevelt que restauró la confianza de toda una nación.

Las revoluciones, más allá de la tecnología, son cambios en los esquemas mentales de la humanidad. “Hoy vivimos una crisis porque atravesamos por la sociedad del cansancio, con desconfianza en las instituciones y los modelos económicos. En este panorama es importante un liderazgo basado en la empatía, la conciencia y la capacidad de guiar a otros”, sostiene Sandra Arenas Arango, profesora de Organización y Gerencia de la Universidad EAFIT.

Un verdadero líder genera entornos seguros, fomenta la resiliencia y potencia el pensamiento crítico para evitar la manipulación. Su reto es restaurar la confianza y la esperanza en el cambio. “El liderazgo ha evolucionado. Ya no es un conjunto de rasgos, sino la habilidad de crear ambientes de aprendizaje y transformación que nos ayuden a sortear los cambios”, agrega Arenas.

Para el Centro de Gerencia y Empresa de la Universidad EAFIT, el liderazgo auténtico se cimienta en la coherencia entre valores, acciones y propósito. Los líderes auténticos inspiran con el ejemplo y se caracterizan por la transparencia, la ética, la toma de decisiones equilibradas y la conciencia de sí mismos.

En tiempos de crisis, de polarización y transformación, como los que el mundo afronta, se necesitan líderes capaces de autogestionarse e inspirar la acción colectiva. Según el Foro Económico Mundial, entre las competencias clave para el liderazgo en 2030 se encuentran el pensamiento crítico, la creatividad, la atención a los detalles, el autoconocimiento, la resiliencia, la agilidad emocional, la innovación tecnológica y la gestión de la calidad. Más que habilidades técnicas, las anteriores son competencias que surgen de una profunda comprensión del ser humano, de reconocer sus límites y, por lo tanto, aceptar que los líderes son finitos y falibles, y que cuando reconocen su vulnerabilidad pueden guiar desde la autenticidad y afrontar con perspectiva los momentos de crisis.

“El liderazgo ya no es un conjunto de rasgos, sino la habilidad de crear ambientes de aprendizaje”.

Sandra Arenas Arango, profesora de la Escuela de Administración de la Universidad EAFIT.

Línea de tiempo sobre la evolución de las teorías de liderazgo