Un grupo de empresarios se unieron para cumplir un sueño en común: formar líderes que respondieran a los desafíos que implicaba hacer crecer los negocios existentes, construir nuevas industrias y dirigir a una cantidad importante de trabajadores.

    De esta manera, el 4 de mayo de 1960, en las oficinas de la ANDI, se firmó el acta que formalizó la creación de la entonces Escuela de Administración y Finanzas (EAF). Dos años más tarde, conscientes del avance del sector productivo, sus fundadores ampliaron la oferta académica con un Instituto Tecnológico (IT), iniciales que complementaron EAFIT, el nombre que conserva desde entonces, pese a que hoy es un centro académico con múltiples áreas de conocimiento.

    Para los fundadores, la palabra administración era un rasgo fundamental, debido a que la idea nació con el objetivo de desarrollar y formar administradores del patrimonio público y privado. Como líderes y empresarios, ellos compartían la convicción de que la educación es fundamental para el progreso del departamento y del país.