Cuatro categorías de liderazgo: ¿con cuál se identifica?

¿Usted es de los líderes que se adaptan a su equipo de trabajo, uno que inspira transformación, un facilitador de cambios o alguien que prioriza la autenticidad? Una mirada a los estilos liderazgo más relevantes. 

Por Salomé Arroyave 

Un líder puede verse de muchas formas: el jefe de una empresa corporativa, una compañera que lleva la batuta de un proyecto, la persona que dirige una congregación religiosa o una madre que educa sus hijos. El liderazgo se adapta, transforma y evoluciona según el contexto y situación. 

Aunque algunas teorías detallan hasta 15 estilos distintos, para Alex Garzón, director de In-Sight, Centro de Liderazgo de Impacto de la Universidad EAFIT, existen cuatro grandes categorías: el liderazgo situacional, la teoría de los liderazgos transformacionales de rango completo, el liderazgo adaptativo y el liderazgo auténtico.  

Tipos de liderazgo
1. Liderazgo situacional

En este modelo el líder se ajusta a las necesidades de sus seguidores y se enfoca en la eficiencia del cumplimiento de una meta o tarea específica. Para esto el líder debe: definir objetivos claros que reduzcan la incertidumbre del equipo, evaluar las capacidades y disposición de frente a la tarea y adaptar su forma de guiar para potenciar estas habilidades.   

Estos son sus estilos según el equipo de trabajo: 

  • Estilo 1: Para equipos motivados, pero con baja competencia. El líder enfatiza instrucciones claras y supervisión cercana. 

  • Estilo 2: Para equipos poco motivados y con habilidades limitadas. Combina formación técnica y refuerzo emocional. 

  • Estilo 3: Para equipos competentes pero inseguros. El líder promueve confianza y participación. 

  • Estilo 4: Para equipos altamente capacitados y comprometidos. Fomenta autonomía y colaboración horizontal. 

Este liderazgo suele presentarse en situaciones transitorias, una desventaja de este modelo es que al priorizar la ejecución de las tareas no genera el espacio para cuestionar o cambiar el objetivo.  

2. Teorías de liderazgo transformacional de rango completo

Se denomina “de rango completo” porque es un espectro de tres modelos de liderazgo que pueden ejercerse de diversas formas y van desde la ausencia de dirección efectiva, hasta la capacidad de inspirar transformaciones profundas. 

Liderazgo pasivo-evitativo: también conocido como “no liderazgo” por su pasividad y baja eficacia en la obtención de resultados. Los líderes que adoptan este enfoque evitan tomar decisiones o asumir responsabilidades, son reactivos en lugar de proactivos y no proporcionan guía clara a sus equipos. 

Liderazgos de tipo transaccional: el líder se enfoca en monitorear el desempeño y motivar a su equipo mediante un sistema de intercambios: premios, reconocimientos, recursos o tiempo a cambio de resultados. Este estilo busca mantener la estabilidad, control y cumplimiento de metas. Aunque es efectivo para tareas rutinarias y estructuradas, su limitación radica en que no fomenta la innovación ni el compromiso a largo plazo, ya que la motivación depende de incentivos externos.  Para Garzón, este modelo tiene la misma desventaja del situacional, no busca conectar a las personas con el propósito superior, hay esquemas donde lo transaccional se agota y el equipo se desmotiva porque no conectan con ellos mismos”, explica. 

Liderazgos de tipo transformacional: en el extremo más dinámico del espectro, este estilo busca elevar la conciencia y la madurez motivacional de su equipo, al inspirar a trascender los intereses individuales por el bien colectivo. Su impacto va más allá de los resultados inmediatos, transforma valores, creencias y prácticas organizacionales para lograr que sus seguidores se desempeñen por convicción y no por obligación. Este liderazgo se ejerce desde la atención personalizada al equipo y la estimulación intelectual, hasta la motivación por inspiración y actuar y relacionarse de manera ejemplar. Garzón afirma que este modelo suple las debilidades del liderazgo situacional y transaccional. 

3. Liderazgo auténtico

el líder auténtico se define por ser genuino, fiable, digno de confianza, real y verídico, una persona que actúa conforme a sus valores, creencias y principios. Navegan en los dilemas éticos y morales en busca del bien común y, según Garzón, es similar al transformacional puesto que buscan inspirar a través del ejemplo y la transparencia. 
 
Un líder auténtico es consciente de sus fortalezas, debilidades, motivaciones y sentimientos, además de tomar decisiones que consideren la diversidad de opiniones, tener una perspectiva moral interiorizada y establecer relaciones auténticas con sus seguidores.

4. Liderazgo adaptativo
  1. Este modelo se centra en construir organizaciones capaces de adaptarse rápidamente frente a entornos volátiles. A diferencia de otros enfoques, no define estilos de liderazgo fijos, sino procesos clave para gestionar la incertidumbre: observar patrones, interpretar situaciones complejas y diseñar intervenciones estratégicas. Es particularmente útil durante crisis o desafíos disruptivos, donde la rigidez organizacional puede ser un limitante. 

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  3. Alex Garzón explica que el liderazgo adaptativo opera en dos fases: el diagnóstico, donde analiza cómo se comporta el sistema organizacional para identificar desafíos y dinámicas de poder. Y la fase de la acción, en la que busca interpretar estos contextos, diseñar soluciones ágiles, actuar con flexibilidad y ajustar estrategias en tiempo real.  

  1. Estos tipos de liderazgo, lejos de ser modelos rígidos, suelen combinarse en la práctica. Al final, “un líder eficiente también tiene la capacidad de tomar lo necesario de cada enfoque según la situación”, explica Garzón. 

    Conocerlos permite identificarse con alguno y establecer cuáles son las fortalezas y debilidades al momento de guiar equipos de trabajo. Para Garzón, la principal recomendación a la hora de ejercer el liderazgo es el reconocimiento de las limitaciones propias, “si soy consciente de mi propia fragilidad, pues cuido más mi cuerpo, mi mente, mis emociones, e implemento una ética que me permita cuidar a los demás, concluye 

       

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