
Algunos afirman que la democracia está muriendo, pero otros dicen que se encuentra en un estado natural de transformación permanente. Aquí un retrato de sus protagonistas y antagonistas.
Por Juan Guillermo Romero T.
“Hace mucho que sentimos que no tenemos buenos gobiernos. Hace mucho que sentimos que no los tenemos tan malos”, ironiza el periodista argentino Martín Caparrós en su columna de El País “Cacocracia o el poder de los malos: de dónde vienen los líderes ultras que gobiernan el mundo”. Un juego de palabras que intenta recoger la decepción que crece en diversos lugares del mundo por los proyectos democráticos. ¿Quién es un demócrata y quiénes atacan la democracia?
Para Felipe Nieto, jefe del pregrado en Ciencias Políticas y de la maestría en Gobierno y Políticas Públicas de EAFIT, un demócrata se compromete con la libertad de expresión y la igualdad, valora todos los espacios de participación: los voluntariados, los movimientos sociales, los colectivos culturales, las marchas, y, por supuesto, también las elecciones. “No tiene que involucrarse a fondo en todo, pero reconoce que el asunto es construir de manera incesante y a muchas voces”.
Alejandra Ríos Ríos, Profesora de Políticas y Desarrollo de EAFITy directora de Antioquia Visible - Valor Público, por su parte, plantea que un demócrata está dispuesto a ceder. Sabe que sus contendores tienen también un proyecto de país y por eso “se esfuerza en elevar el nivel de comprensión de las propuestas, contiene su emotividad y le da paso al análisis antes que a las opiniones”. Ambos coinciden en que un demócrata se construye de manera consciente día a día, no cae en la polarización, sabe que la realidad no es ni blanca ni negra, cuestiona los programas de gobierno, desconfía de los “mesías”, ve la participación como una oportunidad para aportar, revisa el pasado para entender el presente, no considera inteligente borrar todo lo anterior, sabe que nada se resuelve de la noche a la mañana, nunca renuncia a expresarse y las frases simplistas le resbalan.
“Un antidemócrata minimiza el debate (...) romantiza el papel del político; lo ve como mesías. Tiene una visión salvífica de la política”.
Alejandra Ríos Ríos
Profesora de Políticas y Desarrollo de EAFITy directora de Antioquia Visible-Valor Público
