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Opinión
Liderazgo basado en el sentido común: no hay fórmulas secretas
Por Guillermo Jaramillo
Empresario residente de la Universidad EAFIT y CEO de Climatexplorer.org
[…] Los mejores líderes ponen las necesidades de su equipo por encima de las suyas. Este principio refleja la esencia del liderazgo efectivo: servir en lugar de mandar”.
En el mundo del liderazgo, muchos buscan la clave del éxito en metodologías complejas, en teorías innovadoras o en el próximo gran libro de gestión empresarial. Sin embargo, la realidad es mucho más simple: el liderazgo efectivo se basa en el sentido común. No hay fórmulas secretas ni atajos mágicos; se trata de principios básicos que, aunque evidentes, a menudo se pasan por alto.
Simon Sinek, reconocido pensador del liderazgo, enfatiza que los grandes líderes inspiran no por lo que hacen, sino por la razón por la que lo hacen. En su famoso libro Start with why plantea que las organizaciones y personas más exitosas parten de un propósito claro, un “porqué” que les da dirección y significado. Esta idea, lejos de ser revolucionaria, es puro sentido común: la gente sigue a quienes los inspiran, no a quienes simplemente les dan órdenes.
El liderazgo basado en el sentido común se construye sobre pilares fundamentales: confianza, empatía y coherencia. No se necesita un MBA para entender que un líder que escucha a su equipo, que se preocupa genuinamente por su bienestar y que actúa con integridad generará un ambiente de compromiso y lealtad. Sin embargo, en muchas organizaciones, estos principios se ven eclipsados por jerarquías rígidas, políticas internas y la búsqueda de resultados a corto plazo.
Un líder con sentido común también comprende que el poder no está en el cargo, sino en la capacidad de influir positivamente en los demás. Como dice Sinek, “los líderes comen al final”, una referencia a la idea de que los mejores líderes ponen las necesidades de su equipo por encima de las suyas. Este principio, tan simple como poderoso, refleja la esencia del liderazgo efectivo: servir en lugar de mandar.
En un mundo saturado de teorías de liderazgo, estrategias de gestión y modelos de eficiencia, es fácil perder de vista lo obvio. Liderar no es una ciencia oculta, sino una práctica basada en la autenticidad, la comunicación clara y el compromiso con un propósito mayor. Al final del día, el liderazgo basado en el sentido común es el más efectivo, porque conecta con lo que realmente importa: las personas.