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Entrada: De falsos sinónimos y otros malos entendidos
Por Valentina Chavarría C.
Por muchos años, el concepto de liderazgo se entendió desde la perspectiva de un cargo y con un enfoque individual y predominantemente masculino. A menudo se le ha confundido con otros conceptos; aquí algunas diferencias.
Autoridad Se ejerce desde una posición de superioridad y suele estar asociada con el poder impuesto. El auténtico liderazgo se construye con base en la confianza, la influencia y la capacidad de generar transformación.
Coordina para garantizar la ejecución de tareas. Aunque su rol implica trabajo en equipo, no necesariamente es un líder. Un líder efectivo identifica y potencia habilidades en otros, fomenta el crecimiento y la cooperación colectiva.
Propietario de una empresa u organización; toma las decisiones finales, pero eso no lo convierte automáticamente en líder. El liderazgo es un reconocimiento que surge de los demás; su rol no está basado en la jerarquía, sino en su capacidad de influir positivamente.
Ocupa un cargo de autoridad formal y es responsable de coordinar personas. Su posición no lo hace un líder, puede limitarse a dar órdenes y supervisar procesos; mientras que un líder motiva, fomenta el trabajo en equipo y no espera obediencia porque genera compromiso.
Sugiere control y dominio sobre otros, generalmente sin fomentar la participación ni el diálogo. El liderazgo moderno se enfoca en la comunicación, la colaboración y el desarrollo de habilidades en equipo.
Fuente: Pablo Sanabria, profesor de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de la Universidad EAFIT.